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El Negrito del Batey.



En Las Antillas, un batey es un pequeño poblado agrícola dedicado casi exclusivamente al cultivo de la caña de azúcar. Y es en el batey Palo Blanco donde nació Alberto Amancio Beltrán, conocido como El negrito del batey.


El negrito del batey es un merengue, que compendia la visión popular que existe acerca del trabajo:

” A mí me llaman el negrito del batey / Porque el trabajo para mí es un enemigo/ El trabajar yo se lo dejo todo al buey / Porque el trabajo lo hizo Dios como castigo / A mí me gusta el merengue apambichao (una variante lenta y acompasada en la que ambos bailarines permanecen por lo general abrazados.) / Con una negra retrechera y buena moza/ A mí me gusta bailar de mediolao/ Bailar medio apretao/ Con una negra bien sabrosa.

Postulo que dicho merengue posee dos contextos: el de la historia de dolor del pueblo afro descendiente, desarraigado de su tierra, sus costumbres, su religión e inmerso en una nueva que habla precisamente del trabajo como castigo.

Según la tradición judeo-cristiana, el trabajo había sido el castigo impuesto por Dios a Adán y Eva cuando los expulsó del paraíso, es fácil entonces constatar la idea de trabajo está vinculada a las sensaciones de malestar, obligación y agobio, para un pueblo que otrora fuera esclavizado.

En segundo lugar nos habla de la importancia de la inmediatez de la vida, de disfrutar cada momento. La vida cobra importancia cuando se puede gozar, recordemos que el grupo étnico racial afro descendiente pudo subsistir a tantos años de dolor gracias a sus cantos, su religión y sus costumbres. Pasa por tanto el trabajo al plano del dolor y el disfrute a lo importante y trascendente y esto último sin importar historia de nuestra humanidad debería ser una constante de vida, ser felices cada instante.

Por acá una nota

con amor : Elena L


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